Nuestro dinero:
¿qué hace
el Estado con él?

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Sin el dinero de la ciudadanía, el Estado no puede funcionar. Por eso, los ciudadanos tenemos derecho a saber a qué le da importancia el Estado y cómo gasta el dinero público. Seguir la ruta de nuestro dinero en un contexto de crisis económica, social y política como el que vive Cuba es fundamental porque el presupuesto impacta directamente la calidad de vida de cubanas y cubanos.

Contrario a lo que sucede en el resto del mundo, en Cuba no hay estrategias ni disputas políticas para la aprobación del presupuesto del Estado. Cada diciembre la Asamblea Nacional del Poder Popular aprueba la Ley de Presupuesto por unanimidad y sin conflicto.

Un documento en el cual no aparecen los montos de todas las partidas y cuyos datos no responden las principales dudas de quienes pagamos impuestos.

Punto de partida

¿Qué es el Presupuesto del Estado?

El Presupuesto soporta las políticas públicas que deberían promover el desarrollo económico, son los recursos estimados, de los cuales el Estado prevé disponer para el año siguiente. En Cuba se aprueba como Ley y tiene una vigencia de un año fiscal, del 1 de enero al 31 de diciembre.

Cuando los ingresos planificados no se obtienen y el Estado debe solicitar préstamos al sistema internacional para cumplir sus obligaciones, es probable que los intereses de ese crédito crezcan, el país aumente su deuda y disminuyan las inversiones; por tanto, se compromete el desarrollo económico.

Esta ley en realidad incluye tres presupuestos diferentes: el Central que gestiona el gobierno y cada uno de sus ministerios; los presupuestos locales, que son los recursos de los que dispone cada provincia de manera independiente, y el de la Seguridad Social. Cada uno de ellos tiene sus cantidades asignadas por separado.

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Imagen con calendario

¿Quién lo hace?

El Consejo de Ministros y el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) definen las prioridades, luego las asociaciones, organismos y entidades vinculadas a la Administración Central del Estado, los órganos locales del Poder Popular y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social le presentan sus respectivas propuestas y son los diputados, en sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, quienes finalmente lo aprueban. Una vez terminado el año fiscal, los diputados vuelven a revisar el Informe de liquidación, para saber cuál fue el valor real de todas las variables.

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Manos votando

¿Qué datos podemos encontrar?

Todos los presupuestos se componen de:

Ingresos

Los INGRESOS pueden llegar de los impuestos ciudadanos y de otras ganancias del Estado y sus empresas.

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Gastos

Ese dinero se GASTA en actividades públicas como salud y educación, en inversiones e infraestructura y también en compromisos financieros y actividades empresariales.

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Deuda

La diferencia negativa se considera déficit y forma parte de la DEUDA del presupuesto. Si no está bien gestionada puede provocar graves problemas a la economía.

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Los ingresos no tienen límites, excepto aquellos que se obtienen por préstamos. En cambio, los gastos sí están fijados con valores máximos y solo pueden aumentarse en situaciones especiales. Aunque desde el punto de vista económico es usual que el valor de los gastos sea mayor que los ingresos, la deuda que se genera implica buscar otras fuentes de financiamiento y compromisos de pago que asume el Estado.

Análisis a fondo

Ingresos

Es fundamental mirar los ingresos, porque sin ellos no hay dinero para gastar. Si los fondos con los que cuenta el Estado son pocos, no solo tiene que hacer una gestión más eficiente, sino que cada año tendrá que hacer recortes, al asignar la misma o inferior cantidad de dinero a cada sector. Algo que se puede notar en la realidad del país y en la falta de inversión y mantenimientos.

Aunque los ingresos han mantenido un crecimiento constante (con excepción de 2020), no siempre han superado lo planificado en la Ley del Presupuesto.Lo que significa que al final cuentan con menos recursos, ya escasos, de los que previeron podrían tener.

Ingresos planificados y recibidos
Ingresos brutos planificados
Ingresos brutos liquidados
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

La mayor parte de los ingresos del Estado son de origen tributario, o sea, los obtiene mediante la aplicación de impuestos, tasas y contribuciones a personas y empresas. Los ingresos no tributarios provienen del aporte estatal y otras fuentes como el cobro de los servicios médicos externos, las deudas atrasadas por evasión fiscal y las multas por indisciplinas, entre otras, que no son publicadas.

Tipos de ingresos recibidos por el Presupuesto del Estado
Ingresos tributarios
Ingresos no tributarios
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

No es posible saber en la ley o en la liquidación del presupuesto cuánto aporta cada sector. Por ejemplo, no sabemos cuánto ingresa el turismo o los servicios médicos en el exterior. Estos datos no están desglosados. Solo el valor total de cada tipo de ingreso.

Aunque en Cuba existen más de 200 tributos diferentes, en los informes de liquidación del presupuesto solo se mencionan los más importantes. Los datos oficiales confirman que el impuesto sobre la circulación y las ventas es el que más beneficios genera; es decir, el gravamen que se aplica al precio comercial de bienes de uso y consumo. Sin embargo, los ingresos planificados por este concepto casi nunca se cumplen debido a la inestabilidad e ineficiencia de las actividades productivas que no permiten garantizar la oferta y, por tanto, responder a las necesidades de la población.

Los impuestos sobre circulación y ventas en 2016 y 2017 aportaron el 34.4 % y el 32.2 % del total de ingresos liquidados. Estas contribuciones han sido las más altas hasta la fecha, de acuerdo a los datos conocidos. Desde entonces, los valores descendieron hasta llegar a su cifra mínima en 2021, cuando se planificó una recaudación de apenas el 1.9 % del total, según la Ley del Presupuesto. Un indicador que avizora la crisis de insumos en el país.

Fuentes de ingresos tributarios no liquidados*
Impuesto sobre Circulación y Ventas
Impuesto sobre los Servicios
Impuesto sobre Utilidades
Impuesto sobre la Fuerza de Trabajo
Impuesto sobre Ingresos Personales
Otros Impuestos y Derechos
Contribución de la Seguridad Social
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

El sector estatal es el que más beneficios genera cada año después de recaudar ingresos tributarios y no tributarios, con cifras superiores a las tres cuartas partes de los aportes; una tendencia lógica, pues el modelo económico del Estado cubano agrupa la mayor cantidad de empresas y servicios de alta recaudación. Además, según datos de 2021, el sector estatal cuenta con el 65.9 % de la fuerza laboral activa.

Dado que el Estado es dueño de casi la totalidad de los medios de producción (industrias, fábricas y tierras), así como de los sectores claves, sus ganancias son las más fecundas. Desde 2010, los aportes del sector privado también han aumentado de forma considerable, al ganar protagonismo en la economía nacional, a pesar de las regulaciones excesivas que dificultan la expansión de este actor económico.

Según el informe de liquidación de 2019, el sector recaudó 7 280.2 millones de pesos, el 12.2 % de los ingresos totales. Por el momento, esta ha sido la mayor contribución de la actividad al presupuesto, pues en 2020 los ingresos del sector decrecieron como consecuencia de la COVID-19.

La pandemia acentuó la crisis económica endémica de la isla. Al imponerse el confinamiento, se restringieron las actividades comerciales y recreativas, el arribo de turistas al país se paralizó y la mayoría de los negocios privados limitaron sus servicios, incluso algunos cerraron de manera definitiva. La situación influyó negativamente en el comportamiento de los ingresos que, en comparación con las estimaciones de la Ley, disminuyeron un 16.4 % en 2020. En particular, los aportes tributarios fueron los más afectados, con un descenso del 18.1 %, resultado de la suspensión y el retraso en el pago de algunos impuestos.

En este escenario, el producto interno bruto (PIB) se contrajo un 10.9 %, la segunda peor caída desde la década del noventa; solo superada en 1993, cuando bajó un 14.9 %, tras el colapso de la Unión Soviética y la llegada del Período Especial.

Imagen abstracta

En 2021, el Gobierno concretó la implementación del ordenamiento monetario, que produjo un crecimiento nominal del presupuesto del Estado planificado ese año, respaldado por los cambios en materia de precios, salarios e impuestos.

Según la entonces ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños Weiss, el aumento de las cifras está asociado a «la corrección gradual de los precios mayoristas y minoristas como resultado de la devaluación del peso cubano, la aplicación de la reforma general de salarios y pensiones, el incremento de las prestaciones monetarias de la asistencia social y la eliminación de los subsidios excesivos y gratuidades indebidas».

Los ingresos totales fueron cinco veces superiores que los del año anterior. Por primera vez, la recaudación no tributaria sobrepasó los aportes tributarios al aumentar once veces el valor de 2020, cubriendo el 60.9 % del total de ingresos.

Los ingresos planificados en 2022 y 2023 tienen valores muy similares a los de 2021, e incluso inferiores; lo que evidencia la falta de recuperación económica y de crecimiento planificado luego de la pandemia y del «ordenamiento».

Mientras el volumen de ingreso no crezca, no es posible ver una mejoría económica en el país. Los gastos se mantendrán iguales o menores, lo cual no contribuye al desarrollo del país en ningún sentido.

Puerco con billetes
Gastos

Una parte de los gastos se paga con los ingresos recibidos. Sin embargo, en la Ley del Presupuesto no se detalla cuántos recursos se destinan a cada actividad. Parte de esta información solo se da a conocer en las sesiones de la Asamblea. En los informes de liquidación (que se publican después que termina el año fiscal) también aparece información general. De ahí que sea difícil conocer con certeza cuál es el alcance y quiénes son beneficiarios de los gastos, tanto en el sector presupuestado como en los no presupuestados.

Uno de los principales destinos es la actividad presupuestada, o sea, en los servicios públicos, educación, salud, cultura, asistencia social, etcétera. También se destinan fondos a cuestiones empresariales como subsidios a importaciones o a servicios, además de gastos de capital en uno y otro sector.

Gastos del presupuesto del Estado
Actividad presupuestada
Actividad no presupuestada
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

El gasto social ha experimentado un aumento constante en coherencia con el crecimiento de los fondos presupuestarios. Los datos proporcionados por el Ministerio de Finanzas y Precios muestran ―al menos en términos porcentuales― que más de la mitad de la inversión estatal se destina al sostenimiento de los servicios básicos. Aunque más dinero no significa más calidad, que sea suficiente ni que se use de manera correcta, los gobernantes usan el volumen de estas partidas como un argumento clave en su discurso político.

De manera prioritaria, el mayor financiamiento ha estado dirigido a la salud pública, la seguridad social y la educación. Sin embargo, durante la década 2010-2020 apenas aumentaron las cantidades destinadas a desarrollar estos sectores.

Gastos en el sector presupuestado
Actividades productivas
Serv. empresariales, act. inmobiliarias y de alquiler
Administración pública
Defensa
Seguridad social
Ciencia e innovación tecnológica
Educación
Salud Pública
Asistencia Social
Cultura y deporte
Otras act. de serv. comunales, de asociaciones y personales
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

Para cubrir la asistencia social los montos han sido más bajos. Como promedio, se destinaron 300 millones de pesos anualmente hasta 2022, cuando los gastos ascendieron a 5 833 millones.

Los beneficiarios de este régimen son principalmente aquellas personas no aptas para trabajar que no reciban ayuda familiar y no tengan derecho a pensiones de seguridad social y quienes reciben subsidio por enfermedad o accidente que requieren mayor apoyo económico. Por ejemplo, las prestaciones monetarias de la asistencia social favorecen a las familias vulnerables ante el paso de eventos meteorológicos.

Aunque Cuba no ofrece datos sobre los índices de pobreza en el país, el economista Pedro Monreal sugiere que la cifra de beneficiarios de la asistencia social podría interpretarse como la cuantificación del «núcleo duro» de pobreza crónica.

Después de 2010, el grupo de personas respaldadas por la asistencia social comenzó a disminuir, pero en 2021 aumentó un 111.4 % en comparación con el año anterior, al representar al 3.6 % de la población total de la isla. Los principales beneficiarios de este régimen han sido los adultos mayores y las personas con discapacidad. Sin embargo, los analistas concuerdan en que las cifras son apenas una aproximación al problema.

Por otra parte, la seguridad social tiene un presupuesto independiente que se conforma a partir de los aportes de los empleadores y trabajadores activos, conocido como contribución a la seguridad social. Los fondos de este presupuesto financian pensiones, jubilaciones y otras prestaciones establecidas en el Sistema de Seguridad Social.

Sin embargo, los ingresos no son suficientes para sustentar los gastos, por lo que el Estado asume el déficit con transferencias del Presupuesto Central. Esos son los datos que registra el presupuesto central.

En los últimos años, los contribuyentes costearon casi la totalidad de los recursos dirigidos a este régimen. En 2017 llegaron a pagar el 93.5 % de los gastos, contrario a lo que sucedió en 2022, cuando aportaron menos de la mitad y el Estado cubrió el 51 % con una transferencia de 34 111.5 millones de pesos.

Cada año el Gobierno se ha visto obligado a desembolsar más dinero para la seguridad social, una tendencia que continuará en ascenso debido al envejecimiento poblacional. Los adultos mayores de 60 años son el 22.3 % de los habitantes de la isla, de acuerdo con la más reciente actualización demográfica de la ONEI (Anuario Estadístico de Cuba 2022). Al considerarse el grupo vulnerable más representativo, necesitan mayor protección en términos económicos, de salud o servicios.

Ejecución del Presupuesto de la Seguridad Social
Ingresos por la contribución de la Seguridad Social
Transferencias del Presupuesto Central
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

En 2022 fueron beneficiarias de la seguridad social 1 703 614 personas, lo que representa el 68.7 % de la población con más de 60 años y el 15.4 % de todos los cubanos censados. El 11 de enero de 2021, en el programa televisivo Mesa Redonda, el entonces jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, Marino Murillo, destacó que los pensionados incrementaron sus ingresos después del ordenamiento monetario y, en efecto, así fue. En 2021 la pensión media fue 1 607 pesos, 3.6 veces superior a la del año previo. Sin embargo, el crecimiento fue solo nominal, pues el costo de la vida se encareció, al ser insuficiente para sostenerse de manera digna.

Mapa de Cuba con billetes

¿Cuánto se invierte en la represión?

A todos nos gustaría saber cuánto dinero emplea el Gobierno para mantener las fuerzas armadas, los efectivos y el desarrollo militar.

Hasta 2015, la partida de los gastos de defensa y orden interior se registró como un indicador independiente. Para entonces, la mayor inversión en esta actividad había ocurrido en 2012, cuando se invirtieron 2 880.2 millones de pesos, equivalentes al 3.9 % del PIB.

En la actualidad, los datos sobre el tema son considerados información clasificada, por lo que las estadísticas no son concluyentes ni precisas.

De acuerdo con la Ley 75, «De la Defensa Nacional», los gastos de los órganos y organismos militares asociados al servicio militar activo y a la reserva de medios y equipos como el transporte aéreo, marítimo o fluvial son financiados con el presupuesto del Estado. El plan financiero también asume los recursos de las reservas materiales, «bienes que se acumulan desde tiempo de paz para garantizar, durante situaciones excepcionales, la vida de la población, mantener y elevar la capacidad de resistencia del país, asegurar la realización de acciones combativas y mantener la seguridad y el orden interior».

Gastos de Administración Pública y Defensa del presupuesto del Estado
Administración pública
Defensa
Administración pública y defensa
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

Desde 2016, el presupuesto de defensa y orden interior comenzó a presentarse junto a los gastos de la administración pública, sin que pudiera discriminarse entre los valores correspondientes en cada partida. En lo adelante, las cifras de los gastos destinados a ambos sectores se incrementaron hasta recibir 51 461.4 millones de pesos en 2022 y abarcar el 18.1 % de los gastos corrientes de ese año. Sin embargo, desconocemos qué parte de esa cantidad ocupan los recursos de defensa.

Financiar la ineficiencia de la empresa estatal

Por otra parte, los gastos del sector no presupuestado (empresarial) han aumentado notablemente. En esta partida encontramos el financiamiento a la exportación y la sustitución de importaciones, los subsidios a los precios minoristas, las subvenciones a unidades productivas, a organizaciones y asociaciones y los subsidios a las empresas con pérdidas. Además, desde 2021 también aparece un subsidio al precio de acopio a los productores agropecuarios.

Sin embargo, los gastos de la actividad bien pueden funcionar como una cortina de humo que cubre las ineficiencias de la empresa estatal socialista. En 2018 se invirtieron 23 348.2 millones de pesos en el financiamiento del sector no presupuestado. Los recursos representaron el 35.6 % de los gastos liquidados y el 23.3 % del PIB. Si los gastos no se justifican bien, pueden limitar el crecimiento de los salarios en la actividad presupuestada e influir en el aumento del déficit fiscal.

Mapa de Cuba con billetes
Deuda

Todos los países tienen deuda pública, tanto externas como internas. La deuda externa total de un país va más allá de la deuda oficial que tiene con otros países —llamadas bilaterales—, pues se incluyen las que contraen las empresas, bancos y personas naturales nacionales con acreedores externos. La deuda interna hace referencia a acreedores nacionales. En el caso cubano, se financia con la emisión de bonos soberanos que son adquiridos por los bancos comerciales nacionales o por el Banco Central.

A corto plazo la deuda puede suponer un estímulo para el crecimiento económico; pero cuando sobrepasa ciertos niveles con respecto al PIB, es peligroso para la salud financiera del país, para interactuar con el mercado internacional y puede comprometer la economía de un país. La deuda no debe rebasar la capacidad del Gobierno para cumplir con sus obligaciones financieras.

En la Ley del Presupuesto del Estado cada año se puede encontrar el déficit fiscal, o sea, la diferencia entre gastos e ingresos que se prevé que tendrá el Estado para el siguiente período. Para financiar este déficit, el Estado hace uso de los de instrumentos de deuda pública —interna o externa— y define, en la propia ley, el valor máximo al que puede ascender ese año la deuda, teniendo en cuenta que esta es acumulable y que entraña compromisos financieros por los intereses que genera y porque debe pagarse el monto principal del préstamo, el llamado servicio de la deuda.

Deuda pública del Estado cubano
Deuda total (acumulada)
Deuda del presupuesto del Estado
Gastos financieros de la deuda pública
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

Sin embargo, según los datos del presupuesto de Cuba, expresados en moneda nacional, no se puede saber exactamente de cuánto es la deuda externa e interna y cuánto es su financiamiento, porque «las erogaciones del principal, asociadas a la deuda pública interna y externa se consideran aplicaciones financieras; ambas partidas no forman parte del resultado financiero del Presupuesto del Estado» (artículo 51 de la Ley 157/2022).

En otras palabras, no se conoce cuánto dinero en millones de dólares debe Cuba a cada uno de los países con los que tiene compromisos o a fondos comerciales de manera total, ni tampoco cuánto se paga cada año de intereses y a quiénes. Aunque a raíz de las renegociaciones de los últimos años se han podido conocer algunos datos y hacer estimaciones de lo que significa la deuda actual para el Estado, uno de sus principales problemas.

¿Qué son y cómo funcionan los bonos soberanos?

A diferencia de las empresas y las familias, los Gobiernos no emplean créditos directos de los bancos comerciales. La forma habitual que tienen los Gobiernos para financiar su exceso de gastos es mediante la emisión de bonos públicos, también llamados bonos soberanos.

El que compra estos bonos está financiando al Gobierno. El tenedor de un bono público recibe una tasa de interés hasta el vencimiento del bono. Los bonos pueden tener plazos de meses o años y por lo general tienen un mercado secundario, es decir, los bonos emitidos se compran y venden en mercados financieros.

La suma del valor de los bonos públicos emitidos constituye la deuda pública oficial del país. Si existen otros instrumentos financieros, además de los bonos, que se emplearon para financiar el déficit fiscal, su valor debe agregarse a la contabilidad de la deuda. Mientras mayor sea el déficit fiscal, mayor será el valor de la deuda pública de un país.

Los Gobiernos deben generar ingresos futuros suficientes para cumplir con el servicio de la deuda pública: pagar los intereses y devolver el capital a los compradores de los bonos y otro tipo de acreedores. Cuando el déficit y la deuda alcanzan magnitudes demasiado altas es muy probable que el Gobierno entre en default, es decir, en un impago de sus obligaciones financieras con los acreedores.

En el caso cubano, los bonos públicos reaparecieron como instrumento financiero en 2014 y permiten solventar diferentes tipos de gastos públicos que no se logran cubrir con los ingresos y representan el compromiso del emisor (el Estado) de pagar su deuda al banco en un plazo de entre 1 y 20 años, con una tasa de interés promedio de 2.5 %.

Estos solo alcanzaron a vendérseles a los bancos comerciales estatales y no se ha desarrollado un mercado secundario. De hecho, dado el excesivo incremento de los déficits fiscales en los últimos años, el mecanismo se descontinuó y se regresó a la llamada monetización desde el Banco Central. Con lo cual el Banco Central es el que directamente entrega el financiamiento al Gobierno. Para ello, emite nuevo dinero que termina circulando en la economía y presionando al incremento de los precios.

Debido a su naturaleza altamente inflacionaria, actualmente, el financiamiento del déficit fiscal mediante monetización está limitado en la mayoría de las economías y se deja para situaciones excepcionales.

¿A quién le debe Cuba?

Para tratar los incumplimientos de reembolso de un país, los acreedores se han organizado tradicionalmente en dos grupos, en función del tipo de deuda. En el denominado Club de Londres se agrupan los acreedores comerciales (bancos y privados). Los acreedores bilaterales oficiales son los congregados y conocidos como el Club de París.

En el último, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Suecia, Suiza y el Reino Unido son las catorce naciones que conforman el denominado Grupo de Acreedores de Cuba. Esta es una formación de carácter excepcional, que excluye a Estados Unidos, por razones políticas, y a Rusia y Alemania, quienes negociaron de forma bilateral su deuda con La Habana.

Actualmente, la isla está saldando con estas naciones una deuda externa que, según ha informado el propio Banco Central de Cuba, ha sido clasificada como pasiva, porque se remonta a cuando el país dejó de cumplir sus compromisos de pago en 1986.

Estado actual de la deuda soberana de Cuba

En 2011, China perdonó 6 000 millones de dólares y Japón, unos 1 400 millones de acreedores comerciales en 2012. México, en 2013, condonó el 70 % de una deuda que ascendía a 487 millones de dólares. Rusia en 2014 canceló el 90 % de los 35 200 millones que se le debían a la Unión Soviética. En 2015, el Club de París perdonó 8 500 millones de una deuda de 11 100 millones. Entre estos países, Francia canceló 4 000 millones de dólares y quedaron 470 millones a pagar; Japón canceló el 65 % de los 1 781 millones y quedaron 606 millones a pagar; España canceló 1 879 millones y quedaron 590.7 millones a pagar; e Italia canceló 6 864 millones y quedaron 507 millones a pagar.

Sin embargo, no se ha reducido el endeudamiento del país, a pesar de las favorables renegociaciones. Con poco crecimiento o caída del PIB, cada vez la deuda representa un mayor esfuerzo para la economía. En 2019 solo hubo un discreto crecimiento del PIB de 0.2 %, en 2020, una caída de 10.9 % (como en los peores años del Período Especial), en 2021, un mínimo crecimiento de 1.3 % y en 2022 solo creció en 1.8 % cuando se estimaba sobre un 4 %, según datos oficiales.

Situación financiera con relación al Producto Interno Bruto (PIB) a precios corrientes
PIB a precios corrientes
Deuda
Déficit
(en millones de pesos cubanos)* A partir de 2021, el aumento en los números no representa un crecimiento necesariamente; es un reflejo del proceso de ordenamiento económico en la contabilidad gubernamental y la implementación de nuevas tasas de cambio.

Por tanto, la deuda ha pasado de representar sobre el 10 % del PIB en 2019 a duplicar ese valor para 2022, según las cifras del presupuesto del Estado. Aunque el valor real se estima que sea superior.

Por lo que en el segundo semestre de 2019 entró nuevamente en un default generalizado y los intentos de renegociación que se han emprendido solo han logrado una posposición de pagos, pero con el recargo de los intereses moratorios incluidos. Los pagos de China, Rusia y el Club de París se pospusieron hasta 2027.

En noviembre de 2022, el Gobierno cubano consiguió una donación de 100 millones por parte de China y Argelia decidió cancelar todos los intereses pendientes de la deuda de Cuba y aplazar su reembolso «hasta nuevo aviso».

Sin embargo, durante 2023 Cuba tuvo que presentarse en un tribunal de Londres para responder por una demanda del fondo CRF I Limited (CRF I Ltd.) contra el Banco Nacional de Cuba (BNC) y el Estado cubano por el pago pendiente de una deuda adquirida. Tema que todavía no está del todo cerrado.

Juicio contra Cuba en Londres: ¿Qué implica el fallo de la jueza y qué viene ahora?

Actualmente, la situación de la deuda de Cuba con sus socios comerciales y proveedores es muy complicada. Según estimados de Economist Intelligence Unit, la deuda externa total se estimaba en 2022 en cerca de los 30 028 millones de dólares, con un servicio de 2 360 millones. Un valor que se acerca a los 54 200 millones de dólares, de los cuales se obtuvo un 82 % de condonación en 2015.

Estos no se reflejan en el presupuesto del Estado —aunque debería—, en el cual el monto total de la deuda que se reconoce en 2022 fue de 122 710.8 millones de pesos cubanos.

Hitos del presupuesto del Estado cubano

2017-2023
Ingresos
283.527,60
+
Gastos
347.896,30
=
Deuda (Déficit)
-64.368,70
* Todos los datos están expresados en millones de pesos cubanos.**Los datos han sido compilados por nuestro equipo de distintas fuentes oficiales, no se encuentran de manera íntegra en ningún documento. Los campos que aparecen en con un (-) es porque no se encontró el dato publicado en ninguna de las fuentes consultadas. Los valores relativos a la ejecución de cada año están más completos.

En la última sesión plenaria del año, el 12 de diciembre de 2022, el Parlamento cubano presentó el Plan de la Economía y la propuesta de ley del presupuesto del Estado para 2023.

El nuevo proyecto continúa cargando los problemas de 2022. Queda pendiente reducir el déficit fiscal y la inflación que, lejos de contenerse, sigue creciendo.

Se previeron ingresos netos de 279 769 millones de pesos que cubren el 80 % de los gastos estimados. La recaudación depende en gran medida de lo que se perciba de los tributos, por lo que las autoridades recurrirán a un mayor control del pago de impuesto.

Los gastos totales planificados para el período son de 304 789.6 millones de pesos, de los cuales 251 222 millones están en función de la actividad no presupuestada como asistencia y seguridad social.

Por otra parte, destaca el crecimiento de las inversiones materiales, financiadas con 32 344 millones de pesos. Se planifica utilizar el monto para la construcción de viviendas, el desarrollo hidráulico y la transformación y el mantenimiento estructural de la matriz energética, uno de los sectores más precarios y descuidados del país.

El déficit fiscal estimado es de 68 126.6 millones de pesos. De alcanzarse, representaría una disminución del 10 % con respecto al proyectado para 2022.

Al margen de la Ley, se aprobaron un grupo de medidas complementarias que dictan las nuevas transformaciones tributarias dirigidas a las entidades estatales y a los nuevos actores económicos. Las regulaciones pretenden, según la Oficina de Administración Tributaria, aumentar la captación de ingresos mediante el pago de impuestos y tasas que se correspondan con el poder económico de cada contribuyente. Una de las normas es actualizar los valores de referencia de los impuestos asociados a la compraventa o donación de viviendas y vehículos, como el gravamen sobre los Ingresos Personales y sobre la Transmisión de Bienes y Herencias.

Otra de las medidas más llamativas ha sido la eliminación de la exoneración del pago de impuestos que disfrutaban las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) durante seis meses cuando surgían de una reconversión y de un año si era nueva creación. En su momento, la resolución fue considerada un estímulo para que los emprendedores privados decidieran apostar por las mipymes y aprovechar los beneficios en la etapa inicial, hasta lograr estabilizarse en medio de la crisis económica. En cambio, los proyectos con capital extranjero en el Mariel sí mantienen sus incentivos, llegando a estar libres de impuestos sobre utilidades, aduanero y sobre la fuerza de trabajo y contribución al desarrollo.

El Ministerio de Finanzas y Precios también propuso «incentivos fiscales» de carácter temporal para aquellos sectores considerados «claves» en el país, como la producción de alimentos, la energía renovable y las actividades de ciencia e innovación.

Quedan pendientes muchas preguntas sobre la administración del dinero público, sobre todo con una visión a largo plazo. Saber cuánto dinero se invierte en la reparación de un hospital o en la construcción de una escuela en específico y con qué frecuencia recibe financiamiento la misma institución, cuánto del dinero destinado a la administración pública y otras partidas corresponde a los salarios u otros, cómo darle seguimiento al uso de la contribución al desarrollo local o cuántos impuestos recauda cada municipio son solo algunos ejemplos. Con los datos publicados hoy no es posible saberlo.